Las semillas de girasol se caracterizan por ser ricas en vitamina E, lo que les confiere diversas propiedades.
Esta vitamina es un potente antioxidante, lo que ayuda a mantener sanas las células y con ello evitar diversas enfermedades. Por ejemplo, evitan que se oxide el colesterol, impidiendo así que se adhiera a las paredes de los vasos sanguíneos, reduciendo el riesgo de eventos cardiovasculares.
Además, la vitamina E de los alimentos disminuye el riesgo de desarrollar cáncer de colon, así como de complicaciones en personas con diabetes mellitus.